Un deseo

Esta no es precisamente una entrada mamona, es más bien una de reflexión y buena forma de empezar el viernes.

Un joven mientras caminaba por la playa con su maestro le formuló la siguiente pregunta:
-Maestro, ¿Qué es un deseo?
Su maestro, muy sereno, le dijo:
-Métete al mar.
El joven algo desconcertado hizo caso de la indicación. El maestro le puso una mano en la cabeza y lo sumergió en el agua, el niño agitaba las manos, solo quería respirar. Después el joven reunió fuerzas y salió del agua tumbando al mismo tiempo a su maestro y le dijo:
-Qué le pasa? Solo le hice una pregunta y usted quiere ahogarme.
El maestro, nuevamente muy sereno y calmado, le responde:
-Vuelve al mar.
El alumno lo hizo y esta vez el maestro puso ambas manos sobre su cabeza, introduciéndolo en el agua nuevamente. El joven agitaba las manos y los pies y no podía salir.
Otra vez reunió las pocas fuerzas que le quedaban y salió del agua tumbando a su maestro diciéndole:

-Está usted loco?

Y él le cuestionó:

-Qué pensabas cuando estabas ahí abajo?

A lo que el muchacho respondió:

-Quería salir, anhelaba ver por última vez a mi familia, mis amigos, mi novia. Deseaba respirar.

El profesor dijo por último:

-Eso es un deseo. Tener la voluntad de vivir. Pensar no solo en ti, sino en tu familia y en personas cercanas.

Fin

Esta historia la escuché en una conferencia a la que asistí. Espero les sirva de la misma manera que a mi en la forma de ser.